Sería falso de mi parte decir que al analizar esta película mantendría el equilibrio en la importancia de sus personajes, pues desde que en los primeros 10 segundos vi que el actor principal sería Jack Nicholson, supe que la cinta sería estupenda y no esperaría menos de su protagonista, pues me declaro Fan y fiel seguidor de la trayectoria cinematográfica de este maestro de la actuación, quien para esta ocasión obtuvo un Oscar a Mejor Actor , por su interpretación de un escritor de novelas de amor que en contraste con su vida personal es solitario, amargado, sicorrígido y obsesivo con la limpieza; un perfil psicológico estupendo para un actor de la misma talla.
El papel protagónico está dividido entre el maniático sicorrígido de Melvin Udall, interpretado por el fabuloso Jack Nicholson, una encantadora mujer: Carol Connelly, una mesera del restaurante donde Melvin acostumbra a ir. Ella saca a flote todos los más profundos dotes de mamá debido a su delicado estado de salud de su hijo y su papel es interpretado por la bellísima Helen Hunt y para algunas personas también comparte el podio el personaje de Simon Bishop, interpretado por Greg Kinnear, aunque en mi concepto, éste ultimo solo hace las veces de personaje “clave” únicamente para dar el principal punto de giro de la historia en la película.
Considero bastante importante la interpretación de Helen Hunt (Ganadora de un Oscar a Mejor Actriz) ella con su increíble instinto maternal, su capacidad de escucha ante los demás y la sensibilidad de su humilde rol, es la encargada de romper con ese escudo que cubre el negro corazón –si es que tiene- de Melvin. Por otro lado, encontramos a una singular pareja homosexual, la cual se encarga, debido a un infortunado accidente, de hacer el punto de giro que le da el “ON” al motor de la historia. La pareja está conformada por Simon (el artista) y su novio de color, quien a la vez es su manager.
La cinta está basada en las relaciones interpersonales de sus actores y muestra el cambio en el perfil sicológico de todos ellos al relacionarse entre sí. Ah! Y eso incluye el perrito, que tanto despierta ternura en las mujeres, y lo digo así porque no se dan cuenta que en el fondo ese animalito está siendo utilizado para tal fin -despertar emociones-.
Lo especial de la interpretación de Nicholson es que él logra darle la seriedad y la madurez a lo extraño y extravagante de su personaje (Melvin Udall). Hay varios apartes en los que se evidencia lo crudo que es la forma como se expresa, como por ejemplo cuando habla y sin notarlo dice cosas tan fuertes sin darse cuenta o por el contrario, cuando lo que dice lo hace intencionalmente para herir y ofender.
- En el restaurante hablando con Carol -la mesera-, le dice sin querer que “todos vamos a morir algún día, que su hijo pronto lo hará según escuchó”, y hay un -espacio muerto- hasta cuando él cae en cuenta de lo que dijo y ella le reclama histérica acerca de lo imprudente de sus palabras.
- Cuando Melvin presenta a Carol con Simon, no lo hace de forma normal ni amable, sino que por el contrario los referencia con un algo característico que seguramente escogió para hacer de su sarcasmo, un humor singular: … Melvin: Simon, ella es Carol la camarera… y Carol, él es Simon el marica…
- Mi escena favorita es la cita, donde Melvin logra que Carol se fije en él, incluso consigue que ella lo bese en un arrebato emocional, pero en el momento clave, justo cuando la expectativa está en lo máximo (punto clímax previo al desenlace), aparece de nuevo su lenguaje corrosivo y termina haciendo que Carol abandone el lugar, enojada y decepcionada de la patética forma de ser y de pensar de éste señor.
En conclusión es una buena cinta, que recoge una serie de situaciones particulares de seres aparentemente independientes de sí mismos y logra hacer una fantástica fusión para darle paso a una trama completa, que no es ajena a la realidad y que trata la cotidianeidad desde los perfiles sicológicos de sus personajes, para mostrar lo extraña e interesante que es la vida.
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